Este cartel en grande está colocado hace tiempo en la sala del público de mi trabajo y ha sido el gallo más fotocopiado de la zona.

Más que un consejo es una actitud ¿verdad? Borrar, todos los días antes de acabar, todo aquello que no es grato recordar, es llegar a casa libre para disfrutar de nuestro lugar único y exclusivo. Y claro, la pregunta del millón…., ¿Cómo hago yo para desprenderme de los restos del día? ¿Cómo olvido a la mala gente que ha intentado triturarme? ¿ Cómo arrincono los malos rollos que me han amargado el día?,  o ¿Cómo me despreocupo de  las dificultades con las que me he encontrado?.  La respuesta es compleja pero a la vez muy sencilla, «Compartimentemos» colocando cada momento en su lugar.

Hay que ser diferentes  en nuestra actividad laboral y en la personal, incluso conseguir que al salir del trabajo,  lleguen a decirnos que no nos reconocen, si nos han visto en los dos ambientes. Las actitudes necesarias en el trabajo la mayor parte de las veces no son útiles en casa, por eso individualizar, no resulta tan difícil y es hasta divertido. Separemos nuestros dos mundos, que ni siquiera se rocen, pues cada uno tiene su lugar en nuestra vida.

¡Se puede conseguir!, no es fácil al principio, pero compensa, llevo tiempo practicando.  No eres más responsable por estar todo el día preocupado, si desconectas del todo al acabar, al día siguiente serás mucho más eficiente.  Borra conscientemente todo recuerdo del trabajo para  que tu ordenador central, conecte rápidamente  con el bienestar y empieces a sentirte bien. Es como instalarte uno de esos programas informáticos que hay en las salas públicas de acceso a internet y que cuando sales de tu sesión se borra todo lo que has hecho, pues igual. Hagamos un esfuerzo y pensemos en lo agradable que va a ser volver a casa, sea pronto o sea tarde,  y encontrarte con lo tuyos y con lo tuyo, tu entorno amigo, que sin lugar a dudas es otra historia totalmente diferente a la que has tenido hasta ese momento.

 Cuando lo probéis veréis que las últimas horas del día se convierten siempre en algo agradable que te cura las heridas que el día te haya infligido. Haced como el gallo, volved siempre a casa con una actitud positiva, como si nada ni nadie hubiera podido con vosotros. El mundo es de la gente positiva, vital, y optimista y por ello no debemos permitir que ni una sola gota de preocupación o tristeza empañe nuestro regreso a casa. Allí nos espera bienestar, calidez, y seguridad y nadie allí,  podrá hacernos daño, porque en nuestro lugar especial, somos los Reyes.  Tus seres queridos, si lo compartes con ellos, te lo agradecerán.

 Probad ….., no cuesta nada, y vuestro mundo será mucho más feliz.

Hasta mañana. Vivid y divertíos.