Lo primero de todo pediros disculpas por no haber publicado el viernes. Me siento fatal por haber faltado a mi cita, pero sé que las personas que tengo el placer de contar como lectores, sabréis disculparme. El viernes no fue un día agradable y hubo un pequeño instante en el que sentí que había «gentuza» , que podía hacerme perder mi estabilidad, me sentí mal y no encontré, a tiempo, una forma de aislarme de ello para poder escribir un post agradable….. y escribir basura no es divertido.
Hoy ya estoy con vosotros, más tranquila y con las cosas colocadas en su sitio. Para conseguirlo me ayudó mucho la frase de hoy, una especie de «Pepito Grillo» que te murmura, «antes de sufrir comprueba que los que te rodean no sean idiotas»…y tú cabeza comienza a analizar:
«Esos que hoy, demostrando la más completa de las inmoralidades, me han declarado la culpable de todos los males del Universo, ¿ Quienes son?, ¿Qué han hecho más que yo, qué les de derecho a destrozarme así? ¿ Qué méritos tienen que les hagan superior a mí? ¿Porqué utilizan la mentira y la blasfemia para injuriarme y tirarme por tierra? ¿De verdad me merezco lo que hacen?…… Aunque tengo muchos años y mucho recorrido, esas cosas me siguen hiriendo de muerte, me dejan sin recursos por que no sé hablar su idioma… pero tengo la gran suerte de tener a mi lado personas extraordinarias que me demuestran cada segundo que me quieren y me ayudan a analizar fríamente todo ésto, por lo que estas cosas son sólo momentos puntuales.
Las malas personas, con poco tacto y poca educación tienen a su favor la sinrazón que le da la impunidad de poder decir lo que quieran sin consecuencias, y son auténticos profesionales en intentar todos los días que cualquier persona con la que se relacione se acabe sintiendo una pulga y claro o te deprimes por la impotencia que sientes o les colocas en el lugar que se merecen , el de unos completos idiotas. Yo tengo a mi favor el tiempo, que todo lo coloca en su sitio, por lo que no debo perder el aplomo y la estabilidad, pues eso les daría el triunfo. ¡Pobre gente que lo único que tiene en su vida es miseria!
Por eso, se acabó, el Gran Sigmund Freud, mi psiquiatra particular, me dice que analice si me rodean idiotas y eso es lo que he hecho. La conclusión es estupenda, muy cerquita de mi, no hay idiotas, sino personas muy, muy inteligentes y cariñosas, pero en el segundo círculo me he encontrado con un millón de » idiotas con mayúsculas», así que ni depresión ni baja autoestima, sino seguir haciendo lo que hemos hecho hasta ahora y pensar que si lo critican indeseables es que lo estamos haciendo muy bien, el día que éstos te alaben es cuando debemos pensar sino nos estamos convirtiendo en «idiotas» también.
Hoy he hablado un poco en primera persona, y por eso vuelvo a disculparme. No hay que rendirse nunca, aunque en el camino te pongan zancadillas, si estamos convencidos de que lo hecho es lo correcto, hay que seguir adelante para no dejar el paso libre a esa gente maleducada que habla siempre con la cabeza vacía, pues ellos siempre harán daño a todo lo que tocan y sería responsabilidad nuestra permitir que sea así.
Mañana, ya estaré «curada» del todo, lo prometo, no quiero esa responsabilidad sobre mis espaldas, así que vivid y divertíos y que los «idiotas» formen su propio círculo al que nunca debemos pertenecer.
