Los ausentes…. están tan presentes.

Moon Falls is located on the Moon River, Lake County, Oregon.

Ayer no me encontraba inspirada y ya sabéis que cuando no me sale nada que decir, prefiero no escribir. Hoy es un día especial, hace cinco años que perdí a mi padre y aunque todos los días de mi vida le recuerdo, cuando llega esta fecha, me pongo un poco ñoña y pienso más intensamente en él.

¡Me dió tantas cosas!. Me preparó para vivir, me hizo pensar que era maravillosa, cuando me miraba me sentía tan querida. Sólo él sabía  hacerme creer que todo lo que yo hacía era importante, desde pequeña me hizo sentir así y eso me dió muchas alas…Como notaréis adoraba a mi padre, perderle fue duro, pues aunque yo ya era muy mayor cuando se fue, seguía siendo su niña…y es duro dejar de ser una niña.

No obstante, aunque pasó una temporada hasta que me sentí un poco mejor, como era de esas personas que pasó por la vida sin ser imprescindible pero siendo inolvidable, eso es lo importante, pronto en lugar de llorar, empecé a sonreír cuando le recordaba y así ha seguido siendo hasta ahora. Pensar en él siempre me coloca una gran sonrisa en la cara.

Él era un hombre serio en público, alto, grandote, parecía a veces que te iba a comer, pero es que era un gran tímido, siempre me decía que no permitiese que mis hijos fueran tímidos, pues se sufría mucho. Era de esos «señores de antes» que hacía la vida de las mujeres mucho más agradable, educado como antaño y con un mimo y cuidado especial por tratarlas bien. Era un caballero, su palabra era ley, sus amigos para siempre, era poco pródigo en elogios y cuando un día un poco enfadada le dije- » Siempre me dices cuando no estoy bien y  perfecta, podías decirme  también que estoy guapa los días que lo esté», y él  me contestó- «esa es tu obligación», pero de verdad que esos días aunque no decía nada, sólo con su mirada de satisfacción me hacía sentir una princesa.

¡Quedan poquitos así, pero todavía hay!. La marca que hombres de la raza de mi padre, dejaron sobre sus hijos y sus nietos, perdura en ellos, nos os quepa duda y aunque  creo que las mujeres hemos perdido mucho con una actitud equivocada,  pues la feminidad no está reñida con el feminismo, (algún día hablaremos de esto), todavía podemos encontrar,  hombres que nos hacen sentir mujeres valiosas, queridas y valoradas  y si además las «mamás»  que hemos disfrutado de ese placer, hemos sabido hacer nuestros deberes, perdurarán algunos más siempre, pues eso, que sepáis es una herencia. 

Hoy ha sido un post un poco personal, pero sentía que me apetecía dedicar este día a hombres inolvidables, que seguro todos hemos tenido en nuestra vida, que vivirán siempre con nosotros y sin los que el mundo es un poco más amargo. ¡Brindo por ellos y les doy las gracias allá donde estén!

Hasta mañana, os deseo que podáis tener en la vida un «hombre de los de antes». Os sentiréis verdaderas princesas y eso siempre es estupendo. Vivid y divertíos.

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