He tardado en comenzar el año, pero aquí estoy. Empecé un poco pachucha y con pocas ganas de teclear, mis ideas estaban también adormecidas, pero ya estoy mejor y con más fuerzas para seguir dando «un poco la pelma» con mis enredados pensamientos.
!Es indiscutible!, no hay nada mejor que llegar a casa, ponerte las zapatillas y sentarte en tu sillón favorito, sintiendo que estas en tu refugio, un lugar en el que lo viejo, lo nuevo, lo usado, lo coleccionado, lo deteriorado pero amado hacen que sea tuyo. Un lugar lleno de sentimientos, donde abundan los recuerdos, donde tienes lo más querido, donde puedes soñar, recordar, sentir, pensar, llorar o reir sin dar explicaciones, donde todo te hace sentirte en paz. El único lugar al que volver es absolutamente imprescindible. En él puedes desnudarte y ser como tú eres, sin tener que mostrar siempre lo mejor de ti mismo. Somos humanos, caray y por eso imperfectos, inmaduros, a veces maleducados y otras insensibles y todas esas horrorosas sensaciones hay que sentirlas y ningún sitio mejor que en casa. Aunque acabo de describir a un ser humano espantoso, la realidad es que esos sentimientos aunque es raro que salgan en tu hogar, si aparecen en tu guarida, no pasa nada.
¿Suena un poco raro cuando ese sitio maravilloso lo compartes con tus personas queridas, verdad? Ellas se merecen el máximo respeto…. pero no, no me he equivocado. Cuando tu hogar lo forma tu familia y para ellos es también un sitio mágico, el respeto se manifiesta dejando que en el hogar puedas mostrar tus frustraciones , ¿Qué mejor lugar? ¿De verdad crees que van a juzgarte por ello?¿Qué no van saber aguantar y entender? Tú también lo haces por ellos ¿no?
Comparto desde hace muchos años mi Hogar con dos hijos maravillosos con los que puedo ser yo misma, con los que no tengo que fingir, con los que puedo compartir espacio sin reglas, sin tener que hacer cosas que no me gustan, y siento y deseo, que aunque ellos tienen también su «lugar especial» en otro sitio, este sea un poquito su Hogar para siempre. También hace muy poco, ¡llevo un año de sorpresas!, que la casualidad ha puesto en mi camino un hombre estupendo, que hace que me sienta tan a gusto cuando está conmigo como cuando estoy sola, mi Hogar, si cabe, es más perfecto los momentos que lo compartimos. Deseo que seáis igual de afortunad@s y sino es así que peleéis por ello pues merece la pena.
El Hogar me ha parecido un tema grande para empezar el año y espero que muchos de vosotros podáis sentir lo que yo siento, pues es una sensación inigualable y lo mejor para la restauración personal diaria. A los que todavía no lo habéis conseguido quedan muchos días en el año para crear un espacio propio, un lugar hecho de amor y sueños, que no tiene que ser perfecto, que no tiene que gustar a nadie, que no tiene que que estar lleno de gente, pero si tiene que ofrecerte calidez a tí, tener tus olores, tener las cosas que te gustan, procurarte tranquilidad, ser hermoso para ti y contener tu esencia. Que cuando entres, sea un reflejo de lo que tú eres.
Suerte en el empeño, haced que vuestro pequeño agujero se convierta en vuestro Hogar, os producirá un gran placer cada vez que regreséis.
Mañana seguimos….vivid y divertíos.
