Cerrar los ojos…

cerrar los ojos

 

Hoy estoy un poco pachucha, ¡éste invierno está siendo duro! e igual que ayer, sin mucha inspiración, pero esta frase ha venido en mi ayuda y aunque no salga demasiado bien, lo quiero intentar.

Sí, es verdad, cerramos los ojos cuando algo nos gusta mucho, nos emociona, nos hace sentir….cuando queremos perpetuar en nuestro recuerdo ese momento. Desde niños lo hacemos así, es instintivo, viene de fábrica. ¿Será porqué no queremos que ninguna visión de alrededor nos enturbie el sentimiento o nos haga despistarnos? Sea por lo que sea, lo hacemos porque nos sentimos mejor y esa es la mejor de las razones.

«Las cosas más hermosas no se ven, sino que se sienten en el corazón»….esta parte es bonita y muy sustanciosa. Da igual lo que podamos sentir con los sentidos, acariciar una mano, ver un rostro precioso, saborear un bombón de chocolate increíble, oler el perfume más exquisito o escuchar una música melodiosa, si no nos toca la fibra interior, si no hace que algo dentro salte o que nuestro corazón palpite acelerado, lo olvidamos rápidamente y se queda sólo en eso, algo agradable que sentimos en un momento puntual.

Si os paráis a pensar en ello, comprobaréis que todos los recuerdos vivos que tenéis, son de aquellas vivencias que hicieron que vuestro corazón respingase un poquito o se desmadrase totalmente. No cabe duda que son el tipo de recuerdos que hace que en cualquier momento que los rememoras, tus sentidos vuelvan a estar presentes, y su recuerdo sea tan sensacional como el día que lo tuviste y te acuerdas de los olores, de las sensaciones, de los sonidos, pero la mayoría de las veces no eres capaz de reconstruir la imagen, porque tus ojos probablemente estaban cerrados.

¿Recordáis vuestro primer beso, vuestros sueños más íntimos, la persona a la que más habéis querido, a vuestros hijos, vuestras mascotas….? ¿A que es más fácil si cerráis los ojos? Cuando se siente con el corazón, los ojos se cierran y si recuerdas ese sentimiento se vuelven a cerrar, es curioso y divertido pensar en ello y ahí lo dejo para que caviléis un poquito porque yo hoy, no doy para más.

Vivid y divertíos

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