¿Sabéis que intento ser optimista, verdad? ¿Qué casi siempre veo el lado menos malo de las cosas? Pues los lunes no consigo colocarme esas gafas, pues siempre se me olvidan encima de la mesilla por mucho que ponga recordatorios por todos los lugares de la casa. ¡Es lamentable!

Llevo toda mi vida intentando que me gusten los lunes, que el comienzo de la semana sea un día agradable, divertido y positivo, pero no hay forma, cada año que pasa, no sólo no lo arreglo sino que es peor que el anterior. Los lunes me parecen días espantosos y como mi actitud no es nada positiva, pues las cosas no suelen funcionar bien. Lo único que deseo durante todo el día es que termine.

Supongo que habrá personas a las que les guste (aunque a mí me parezcan bichos raros), o que sean indiferentes a él, pero para mí es un día maldito. Ya sólo levantarme de la cama un lunes, me cuesta cuatro veces más que otro día de la semana. Trabajar con ganas y optimismo se me hace imposible, pues me da la impresión que todo cuesta más hacerlo que en cualquier otro momento (es lógico, pues si todos estamos tan empanados como yo, es difícil que hagamos las cosas bien). Todos «los sapos» que existen en mi día a día y que son insufribles, se ponen de acuerdo para aparecer los lunes. El tiempo pasa mucho más lento, estoy segura que hay alguien encargado de que esto sea así….es un hecho, los lunes todo es complicado, feo y poco divertido y ¡los odio!

No sé muy bien porqué me afecta tanto, pero incluso escribir hoy, me está costando el triple que otros días. Es cierto que es el primer día de una semana de trabajo, que vienes de descansar dos días seguidos y acostumbrarse a lo bueno es fácil, que hay que iniciar el ritmo de 0 a 100 en poco tiempo, pero caray, ya debería estar habituada, llevo muchos lunes en mi vida. Pues no, sigo odiandoles como la primera vez y sigo sin encontrar una razón lógica y consistente.

Me molesta hasta que me digan que el lunes es como un día cualquiera, en el que se puede ser feliz, estar contenta y pasarlo bien. No, es imposible, mi ánimo no me permite nada de eso un lunes, es como una religión que llevo tanto tiempo practicando que no puedo cambiar. Además, si es así ¿qué?, es bueno tener un día para sentirte la persona más cansada y hastiada del mundo, así sé que tengo cubierto ese cupo y el resto de la semana todo va a ser genial. el martes porque ya he cogido ritmo, el miércoles porque ya estamos en el ecuador, el jueves porque ya está terminando la semana y el Sanviernes porque se terminó «el curro» y llega el fantástico fin de semana. En el fondo como veis, aunque los lunes los considero terribles, los he cogido cariño y ya no podría vivir sin ellos.

Incluso en lunes, vivid y divertíos.