¡Antes de nada Felicidades a todos los «papás»! Hoy es vuestro día y muchos recibiréis mensajes entrañables de vuestros peques, que habrán estado varios días preparando su tarjeta, su poesía o su regalo en el colegio. ¡Seguro que os enternecerá su esfuerzo!
¿Qué maravilla ser papá, verdad? He visto hombres duros, inescrutables, fríos, derretirse cuando se convierten en padres. De repente, ven a ese «pequeño ser» aparecer y sus ojos se vuelven vidriosos, sus dedos no pueden dejar de acariciar esa manita y la ternura hace su aparición considerándose los hombres más afortunados. Y es que un padre, es ese hombre que conscientemente ha querido que vengas al mundo y que desde que naces está a tu lado y te aporta y enseña esa perspectiva realista, esa ternura natural, esa fuerza, ese empeño y sobre todo ese cariño sincero que notas en cuanto se te acerca.
«Un papá»…..se llena la boca sólo con mencionar esa palabra. ¡Cuántas cosas nos da!. No sé si habéis tenido la suerte de tener un padre maravilloso, el mío era un ser humano excepcional, y mis recuerdos y su cariño, siempre me producen una sonrisa. Por suerte, vivo rodeada de hombres y algunos son padres ya y no os imagináis como les he visto cuidar y querer a sus hijos. En ningún caso he advertido que las madres les aventajemos, son hombres-papás y miman, cuidan, enseñan, y trabajan por sus hijos al mismo nivel que sus parejas «las mamás», de forma diferente, sí, porque no somos iguales, pero ahora que ya la sociedad ha dejado de considerar a las madres algo imprescindible y a los padres su comparsa y no marca de forma tan firme y dura los papeles de cada uno, ellos han dejado salir su lado más tierno, infantil, responsable y cariñoso y eso ha hecho que podamos comprobar como se implican con sus hijos, consiguiendo que las dos figuras fundamentales para un niñ@ sean compatibles y complementarias y que cada uno de ellos aporte cosas diferentes que les enriquecen por igual.
Por ello, ¡gracias a todos los papás! Como madre y mujer, gracias por enseñarnos que la leyenda que existía en cuanto a vuestras capacidades es falsa, gracias por demostrarnos que sabéis hacer las cosas igual o mejor que nosotras y gracias por descargarnos voluntariamente de muchas de las obligaciones que nos imponía la sociedad.
Y como hij@, gracias por ayudarnos a perseguir nuestros sueños y enseñarnos la importancia de los valores con vuestro ejemplo y vuestro temple, por habernos mostrado vuestro lado más sensible, vuestra capacidad de sacrificio, vuestra entrega y sobre todo vuestro inmenso cariño. Sabed que estamos orgullos@s de nuestros «papás» y que siempre os llevaremos en el corazón.
Sé que no necesitáis agradecimiento, porque es algo que hacéis con amor, cariño y con una total entrega, pero creo que es de justicia reconoceros la gran valentía que habéis tenido y la dedicación total y sin fisuras desde el mismo día que os convertisteis en «papás». ¡Sé que os merece la pena!
Felicidades de nuevo, vivid y divertíos.
