Nada es eterno….

todo cambia

 ¡Que cierto! Nada es eterno por supuesto, todo lo que sucede y nos alegra o nos trastorna o nos achucha o nos hace crecer es pasajero y por ello debemos relativizarlo. Hoy hablando con una maravillosa amiga, (que afortunada soy de estar tan bien rodeada), ha salido este tema en nuestra conversación, pues estos días estoy ya un poco llena y mi depósito está casi desbordado. Creo que  ha llegado el momento de vaciarlo, porque sino veo que me va a costar mucho seguir….así que a vaciar un poco.

Esta frase me sirve bien para mi fin porque ¿os habéis dado cuenta de que lo que ayer te inundaba el espacio, te llenaba como si nada más pudiera hacerlo, en poco tiempo ha cambiado y se ha convertido en algo inservible o en un pequeño recuerdo? Siempre he pensado en esta «cualidad» de la vida y todavía hoy, no sé si colocarla en el debe o en el haber. Los años me hacen inclinarme hacia la parte positiva de esta faceta de la vida y ver en ella algo bueno y magnifico para la sanidad mental, pues el cambio continuo y constante nos mantiene vivos y alerta y hace que vivamos el hoy sin acordarte del ayer o sin pensar en el mañana, pero el duendecillo que todos llevamos dentro y que nos hace recordar, hace que a veces me achuche pensar en aquello que ya no está o que he dejado partir sin demasiado cuidado, y eso me lastima un poco, aunque lo curioso es que sólo me pasa cuando estoy desbordada o a punto de ello…

Pienso que el Universo, que es muy sabio, establece estas normas para que los humanos podamos vivir sin morir en cada intento de vida, podamos renovarnos, vaciar nuestra mochila para poder meter cosas nuevas y por eso, de vez en cuando, nos recuerda que todo lo que te afecta, a veces innecesariamente, es mejor dejar que se enfríe o se disipe y luego apartarlo. Todas las cosas, las buenas o las malas, son relativas y cambiantes y  debemos tener claro, que lo que hoy parece terrible o maravilloso, en poco tiempo deja de existir. Hay que disfrutar de lo bueno en el instante que lo tienes y no permitir que lo que te hace sufrir, te lleve más de un minuto y no más de una lágrima.

Grabemonos con fuego que en esta vida NADA ES ETERNO,  y que por ello relativizar los sucesos es la forma más inteligente de vivir sanamente, aunque en algún momento podamos pensar que lo que nos está sucediendo, malo o bueno,  es para siempre, aprendamos a vivir de forma inteligente pensando que ni se sufre ni se disfruta eternamente y que en esto radica gran parte de nuestra felicidad.

Vaciemos nuestros depósitos pues hay cosas interesantísimas que todavía están por llegar y debemos dejar espacio para ellas.

Hasta mañana, vivid y divertíos.

Deja un comentario