El otro día tuve una interesante conversación, con una persona que me conoce hace tiempo y a la que no veía hace años. Me decía que me encontraba muy cambiada y diferente a como me recordaba. Me interesé por los cambios que ella percibía y que a lo mejor yo no notaba o no había pensado en ellos y lo que me contestó, me hizo pensar sobre si los «cambios» que sufrimos a lo largo de la vida, son eso «cambios» o sólo modificaciones.
Las cosas que ella iba contándome no eran «cambios», ahora estoy segura, pues las personas no nos transformamos, sino que sencillamente modificamos algunos de nuestros comportamientos, para adaptarlos a aquello que vamos aprendiendo. Como dice la frase de hoy, «no cambiamos, sólo aprendemos y aprender no es cambiar, es crecer».
Todos nacemos con una esencia única, que está llena de cualidades, buenas y malas, que marcan lo que somos. Ello es lo que hace que no podamos encontrar un ser humano igual a otro, algunos se parecerán, serán similares en algo, pero cada uno somos únicos y eso es lo maravilloso de nacer y vivir. Una vez que empezamos a movernos por la vida, comenzamos a aprender y entonces es cuando empezamos a matizar nuestras aptitudes esenciales, pero éstas no las cambiamos, no podemos suprimirlas o crear una nuevas. Si eres tierno, pacifico y risueño, o inquieto, poco afectivo y tímido, siempre lo serás en todo lo que hagas, aprenderás a controlar esas facultades y a graduarlas, dependiendo a lo que tengas que enfrentarte, pero no dejaras nunca de ser como eres. Buscarás muchos matices, los aplicarás a tus facultades, aprenderás a usar cualidades diferentes de un modo artificial, porque así lo exige el guión, pero indefectiblemente, se escapará tu vena esencial, esa pacífica o briosa, que marcará la diferencia y hará que deseches en cuanto puedas, tus roles artificiales.
Y ya que el universo, nos permite realizar esas modificaciones para adaptarnos a nuestra vida, me parece estupendo no cambiar y respetar nuestras excelentes o no tan estupendas cualidades propias, todas ellas hacen que seamos como somos. Aprendamos a vivir con ellas, a quererlas y respetarlas e incluyámoslas en nuestra vida, así creceremos pero no cambiaremos.
Por lo tanto, tengo que disentir con esa persona que me dijo que había cambiado. No, no he cambiado, sólo he aprendido y crecido de acuerdo a mi vida y eso no me hace diferente a lo que era y estoy orgullosa por ello. He intentado potenciar mis mejores cualidades y minimizar las molestas y aunque alguna vez ambas se desbocan, creo que poco a poco conseguiré hacerlo mejor.
No cambiéis por nada ni por nadie, no os merece la pena renegar de vuestra esencia, aprended y creced, matizando cuando haga falta, pero no cambiéis por favor. Todos somos únicos.
Vivid y divertíos.
