¡Me encanta esta frase! ¡Ponerse contento…! Es la ropa más increíble con la que uno puede vestirse y encima la más fácil y cómoda, pues no hay que rebuscar en el armario, sólo dedicar un minuto a mezclar las cosas que flotan siempre por nuestra habitación,….. sonrisas, sueños, buenos sentimientos, amabilidad, ternura, dulzura…centrar nuestro empeño en pasar un día feliz y os garantizo que nada de lo que os depare, os hará perder la alegría y el optimismo.
En un día cualquiera, en el que te levantas, después de haber dormido las horas suficientes, descansada y vital, no es difícil, te vistes de forma espontánea con una sonrisa, el día comienza maravillosamente y es complicado que termine mal. ¿Pero en un día gris en el que ya desde que pones un pie en el suelo todo parece que está sin brillo, cómo se consigue entonces, encontrar ese punto de felicidad diaria? Pensando en ello, me he propuesto encontrar la manera, pues estoy segura de que existe, de vestirme contenta en esos días con nubes.
Pienso que sonreír es una forma de hacerlo y como no siempre se tienen ganas, debemos aprender a sonreír automáticamente. ¿Recordáis que os hablé una vez que elevando la comisura de los labios y aguantando un poco de este modo, muy pronto tu cara sonríe? Esto hace que los demás te sonrían y así, se forma una cadena que puede hacer que el día mejore de forma considerable. Otra manera, es pensar en algo o en alguien que en algún momento de nuestra vida nos haya causado alegría, ternura, dulzura, risa…., y que el recordarlo vuelva a tener ese efecto en nosotros, esto hará que nuestro pensamiento se aleje de las cosas feas del día. Y por último, no permitir a nuestra mente que se centre en las cosas negras pues todas las situaciones tienen aspectos positivos y negativos y aunque es cierto que siempre tienen más fuerza los oscuros porque nos hacen daño, no debemos permitir que éstos, que la mayor parte de las veces son imaginarios y no han sucedido, nos hagan sufrir de antemano. Cuando lleguen, si llegan, ya tendremos tiempo de llorar, antes no.
Por lo tanto vistámonos todos los días con una sonrisa, aunque esta sea forzada al principio, pensemos en algo que nos produzca sentimientos agradables y desterremos de nuestra mente aquellas preocupaciones por cosas que no han sucedido. Creo que es el mejor traje que nos podemos poner y seguro que con la práctica, los días serán siempre divertidos y alegres, pues lo que transmitimos es lo que recibimos.
Un poco dulzón el post de hoy ¿verdad?, pero de vez en cuando, tengo un exceso de azúcar,…. vivid y divertíos.
