Hay momentos de nuestra vida en los que sentimos una triste sensación  de no ser nadie, de no pertenecer a nada o de ser sencillamente invisibles, ¿lo habéis sentido?. Es una percepción irreal e inconsistente, pero el tiempo que dura produce desasosiego y malestar. A algunos más necesitados de afecto, de compañía o de reconocimiento les afecta mucho y como si fuera un peso atado a sus pies, les va hundiendo en un profundo pozo del que les cuesta mucho salir, a otros, más fuertes, duros y autosuficientes, les afecta en menor medida y aunque les hace el mismo daño, consiguen evitar llegar al fondo.

Para unos y para otros, la solución es conocer que todos somos nómadas inconscientes. ¡Me parece interesante la frase de hoy! De su lectura se desprende que siempre, en cada instante de nuestra vida, estamos en el pensamiento de la gente. No hay un sólo segundo que nos libre de la opinión de alguien, bien como ejemplo, como apetito, como error, por añoranza, por envidia o por cariño …..las causas son innumerables, pero en cada momento, alguien en algún lugar te tiene en su mente. Este razonamiento que podría parecer terrible, al sentir que no puedes librarte de la opinión de los demás, es muy bueno para evitar esos momentos de los que hablamos y que todos hemos sentido en alguna ocasión cuando por algún motivo inexplicable, nos parece que nos hemos convertido en invisibles para el resto del mundo.

Me gustaría poder deciros que siempre el que piensa en nosotros lo hace por cosas agradables, pero no es así, aunque esto no es importante para nuestro fin de hoy, conseguir que en nuestros momentos de profundo bajón, sepamos que siempre vagamos por el pensamiento de alguien por alguna razón.

Es importante tenerlo en cuenta, grabarnos en nuestro interior que cualquier acto de nuestra vida va dejando una huella en otra persona. A veces es visible porque esas personas son cercanas o conocidas, otras veces, las más, nuestros actos y palabras, las cosas que hacemos consciente o inconscientemente dejan su marca en un desconocido, pero tanto en un caso como en otro, comenzamos a formar parte de su pensamiento y eso es lo que tenemos que recordar para no sentirnos solos, abandonados o ignorados.

Me da mucha pena que una sola persona de este mundo pueda llegar a considerar la posibilidad de salir de él porque sienta que pasa desapercibido para los demás. Me gustaría que desde pequeños nos enseñaran que «todos», por el hecho de estar aquí, somos importantes para alguien, que nos enseñaran a pensar que siempre hay algún motivo para que la gente nos tenga en su pensamiento y que es innato en la condición humana ser un «nómada inconsciente». ¡Qué de problemas de autoestima y de soledad se evitarían!.

Incrustaros esta idea en vuestra mente, para que siempre que la necesitéis, la tengáis a mano y  por favor, vivid y divertíos, nadie nos da un premio por sufrir.