El título de hoy podría desanimaros a leer este post, porque pensaréis que estoy «depre» o decaída y que puedo transmitiros esa sensación, pero no lo hagáis, sabéis que no es mi estilo y que no me gusta transmitir tristezas o desgracias, la muerte y yo nos llevamos bien y creo que no es malo hablar un poquito de ella. ¡La pobre está tan denostada!
Siempre he dicho que deberían habernos enseñado a tener una mejor relación con ella, pues nos guste o no, desde que venimos al mundo, la muerte se nos acopla. Y si esto es inevitable, ¿no es mejor llevarte bien con aquellos con los que obligatoriamente tienes que compartir tu vida? ¿No es mejor llegar a un punto de acuerdo en el que ella te deje espacio para vivir y tú se lo dejes a ella? Sé que a muchos y es entendible, no les hace gracia reconocer ésto y consideran la muerte como un tema tabú, pero creedme que no es bueno marginarla, pues llegar, llega y es mejor tener una sana relación con ella que te permita vivir libremente sin la obsesión y el miedo a que aparezca. Aceptar su inevitable presencia es fundamental para olvidarte de su existencia, esta es la regla.
En mi caso hace tiempo que llegué a un acuerdo realista y acertado con ella, como las dos sabemos que tenemos que acabar juntas, firmamos hace tiempo un pacto de convivencia, ella no me atosiga y yo no me escondo. Cuando nos encontremos….. No estoy frivolizando sobre un tema que a muchos les causa terror, tristeza y dolor…. sencillamente intento que entendamos que para ser felices y eso es nuestra principal misión en la vida, tenemos que desdramatizar algo totalmente unido a nosotros y que no podemos controlar, no debiendo obsesionarnos con su presencia.
Y entonces, me preguntaréis, ¿no tienes miedo a la muerte? ¿no te aterra desaparecer? ¿no te parece espantoso no saber donde acabamos?. No, no tengo miedo ni me asusta desaparecer, no me preocupa donde voy a ir después, personalmente lo único que siento es un poco de rabia por no poder terminar aquello que esté planeado cuando llegue, pero miedo, no. ¿Sabéis lo que más me agobia? El momento en el se encuentran la muerte y las personas que quiero, eso si que me cuesta digerirlo. Y no porque le eche la culpa a ella, es su función, sino porque me deja desolada, me quita mis soportes y me invade de tristeza y melancolía… es una postura tremendamente egoista, pero es así, sólo odio a la muerte cuando se encuentra con mi gente querida, entonces sí que la maldigo. Después del primer «agobión» comprendo que tiene que ser así y que mi recuerdo y mi cariño les mantendrán conmigo para siempre y dejo de echar la culpa a la muerte por hacer su trabajo.
Seamos amigos de la muerte, dejemos de tratarla como una apestada, ella cumple con su parte en esta comedia de la vida y en nuestras manos está congraciarnos con ella. Como dijo Mahatma Gandhi «El nacimiento y la muerte no son dos estados distintos, sino dos aspectos del mismo estado». Y yo digo si amas la vida, tienes que aceptar la muerte, son inseparables.
Hasta que nos encontremos, vivamos a tope sin obsesionarnos por su existencia. Vivid y divertíos.
