Cuando llegan estas fechas nos han enseñado a hacer un balance del año que pasa y proceder a lanzar nuevos propósitos para el que comienza. Es como el borrón y cuenta nueva y nuestro inicio es el día 1. ¿Pero qué pasa cuando ese día llega y no has podido cerrar ciclos y tienes tantas cosas pendientes de resolver que no es posible tirar a la basura aquello que se supone ya no sirve? O sencillamente, ¿qué pasa cuando realmente no quieres hacer limpieza porque sientes que nunca cumples aquellos propósitos de otros años?
He intentado cumplir con la teoría todos estos años, pero no me gusta, no me funciona y no sé gestionarla. No sé limpiar del todo y no me interesan los nuevos propósitos, creo que es una pérdida de tiempo, la vida es una continuidad y es ella la que se encarga de marcar nuestros ritmos, nuestros comienzos y nuestros finales, por eso no creo en los ciclos preestablecidos, no pienso que sea posible olvidarse de cosas pendientes sin antes resolverlas, no entiendo que podamos parar nuestra vida y empezar de nuevo y creo que hacerlo no sería saludable. La vida se compone de muchas cosas, de muchos sentimientos diferentes, de sensaciones inimaginables y no debemos evitar ninguna de ellas. Estoy harta de nuevos propósitos para dejar cosas que no me apetece dejar o para hacer otras que no me apetece hacer y todo porque se supone que es lo que hay que hacer.
Por ello este año me voy a dejar de limpiezas y buenos propósitos y sólo voy a hacer una declaración: Quiero VIVIR, sólo eso. Considero que es lo suficientemente consistente como para cubrir todas las expectativas posibles.
Con ello podré terminar lo pendiente, disfrutar de lo que me gusta, llorar por aquello que pierda o trazarme unas nuevas metas y sobretodo, con ello dejaré que sea mi propia vida la que me marque mis nuevos periodos. Podré descartar de mi vida a esas personas interesadas que quieren siempre algo de tí o deshacerme de esos objetos que solo me traen malas energías, me permitiré debatir conmigo aquellas sensaciones que me producen inseguridad y me dicen que no puedo conseguir lo que me proponga, lograré dejar de buscar la aprobación de los demás a lo que hago o digo, seré capaz de eliminar el rencor que guardo a las cosas que ya no valen la pena, desterraré las quejas, los pensamientos negativos, los miedos, las adicciones que ya no aguante, anularé las críticas que sólo me destruyen o las malas decisiones que me ahoguen y para todo esto tendré todo el tiempo del mundo, no me sentiré presionada y podré ir a mi ritmo, para poco a poco obtener todo aquello que me satisfaga y me dé felicidad.
Sí amigos, no quiero propósitos, ni limpieza de año nuevo, solo quiero disfrutar de mi tiempo y de mi vida y creo que eso es lo mejor que puedo desearos a cada uno de vosotros para el resto de vuestra vida.
Hasta otro día, vivid y divertíos.
