Aunque lo parezca no es un taco, es una palabra que me pareció estupenda cuando me la dijeron, que no conocía (perdonad mi ignorancia), que llevo toda la vida practicando y  que como siempre que me gusta algo, intento compartir con vosotros.

¡Nuestro idioma es sorprendente! Siempre tiene una palabra para definir una situación. Procrastinar…tener siempre una excusa para no hacer aquello que no nos gusta o apetece. ¿Vosotros procrastináis? Yo mucho mucho, siempre encuentro algo que hacer diferente a aquello que debería realizar en ese momento  y llevo haciéndolo desde pequeña. Por entonces ya mis habilidades como procrastinadora, todavía incipientes, prometían y me llevaban a dejar los deberes siempre para el ultimo momento. Con el tiempo me hice una experta y ahora mi abanico de excusas es tan amplio que siempre tengo una adecuada para posponer hasta el extremo aquellos quehaceres pesados e inasumibles.

No sé si es bueno o malo ser procrastinadora, pero cuando decidí escribir este post, me paré a pensar en ello y a buscar los pros y los contra de esta manía, contando para ello con mi gran experiencia con este buen amigo del que no me apetece, os soy sincera, separarme.

Tengo que decir que el único «pero» que yo le encuentro a esta tendencia de posponer el hacer las cosas feas y poco atractivas, es que supone una gran carga de estrés, ya que pensando que siempre tienes tiempo para hacerlas llegas al final con el tiempo justo y no las preparas todo lo bien que podrías o deberías hacerlo y eso puede dar lugar a errores que serían evitables. Por ello acudí a leer todos los consejos que dan los entendidos para superar esta querencia y aunque la mayoría me parecen absurdos, hay algunos muy divertidos; «recordatorios en el teléfono que te avisan que tienes que hacer esta tarea, de apoyo, los llaman»; » Madrugar e irse tempano a dormir»¡qué desperdicio de tiempo!, «despejar el entorno»;» ponerse ya»¡qué más quisiera yo, es de lo que se trata ¿no?!;»desenchufar la tv»;»no revisar el correo electrónico»;»monitorear el tiempo» y así una larga lista … y digo yo, si quitas todos los entretenimientos, harás el trabajo pero estarás amargado, así que no me convencen.

Sin embargo he encontrado muchas ventajas a procrastinar y algunas coinciden con consejos de los expertos para evitarlo, «desconectar por lo menos 15 minutos» ¡eso lo llevo a rajatabla! «premiarse»¿un café por ejemplo?, «divertirse», «darse un respiro», «trabajar menos», «estar en el momento presente»…estos si me convencen pero no veo yo que me ayuden mucho a hacer lo que no me apetece.

Así que he llegado a la conclusión de que  soy extremadamente productiva en cosas sin importancia y por ello no voy a poder dejar de ser procrastinadora, ya que tengo un exceso de optimismo que me lleva a pensar que mañana tendré más ganas y más disposición para hacer eso que no me gusta. Total, llevo así toda la vida…..

Si eres como yo, saca tus conclusiones, y si te sirve he encontrado un libro que voy a leer en cuanto pueda «Procrastinación eficiente: como dar largas, pensar en las musarañas y posponer todo de manera productiva.» de John Perry, tiene buena pinta y parece de mi bando.

Hasta otro día, vivid y divertíos.