
Hoy toca escribir un post un poco personal, ya que desde aquí quiero felicitar a mi hijo pequeño por su título de Ingeniero en una especialidad complicada (nunca le gustaron las cosas fáciles…). No puedo menos que darle las gracias porque ayer me hizo el mayor regalo que una madre puede desear y que solo he disfrutado de la misma manera cuando mi hijo mayor me hizo el mismo obsequio…. Ya está, ya los dos consiguieron la satisfacción y el descanso de ver una parte de sus sueños cumplidos…..
Como madre algo inigualable, porque además de ser felices y muy buenas personas (que era mi anhelo), han luchado y trabajado mucho con responsabilidad, constancia y empeño por conseguir sus sueños. Todo el que tenga hijos me comprenderá cuando le cuente que notar esa sensación de tranquilidad y de orgullo en la voz de tu hijo cuando te llama para decirte: «Mom, ya tienes otro hijo Ingeniero», no se puede comparar con nada y hace que te sientas la mujer más afortunada y orgullosa del universo. Sientes un nudo en el estómago al comprobar la capacidad de sacrificio que han tenido, la constancia y la total entrega a su proyecto de vida, superando todos los momentos de desaliento que a lo largo de esos años han aparecido ¿Ves hijo?, al final todo llega, los sueños y los proyectos que uno tiene, si se ponen en ellos muchas ganas (y mucho trabajo, ¿verdad?) y se deja con paciencia que pase el tiempo adecuado, siempre se cumplen.
¡Cómo pasan los años! Recuerdo como si fuera hoy, cuando con toda la ilusión y una maleta llena de proyectos y sueños para el futuro, unos niños que se creían ya hombres, se lanzaron en solitario a comerse el mundo, un poco asustados no cabe duda, pero con la ilusión intacta. Poco a poco, con buenos y malos momentos, con buenas y malas experiencias fueron recorriendo un largo y complicado camino, pues no lo eligieron fácil, que culminó en un gran triunfo. ¡Enhorabuena! Os habéis demostrado a vosotros mismos y al que quiera verlo, que hay que creer en los sueños y luchar por ellos porque la gratificación que se siente al conseguirlo es única.
Ahora comienza una nueva etapa con nuevos y maravillosos proyectos, con otras ilusiones y sueños, pero con la gran satisfacción de haber comprobado por vosotros mismos que todo aquello en lo que creáis podéis conseguirlo. No permitáis que nada ni nadie os haga pensar lo contrario y sabed que en los momentos de desaliento, que los habrá sin duda, aquí estoy siempre para recordaros que valéis mucho y que habéis demostrado que sabéis hacerlo. Esa es la función de los padres, no os olvidéis.
Sé que hay muchas personas que ya habrán pasado por esta experiencia de ver a «todos» sus hijos con su primera meta conseguida y saben de que hablo y sé que otros muchos todavía estáis en el camino, pero cuando llegue ese momento recordad que lo que váis a sentir es algo inimaginable, no sólo por «el orgullo de madre/padre» que es incuestionable, sino por la sensación de final de una etapa, de dejar de tener «niños». ¡Tú, como padre/madre también te haces mayor! A mí me ha gustado la sensación y supongo que ahora tendré que buscarme nuevas metas….ya veré.
Hasta otro día y a seguir viviendo y disfrutando de la vida, siempre compensa.