A pesar de que mi vida está bastante llena, de que todos los momentos tienen algo estupendo y de que soy optimista por principio ya que otra cosa me parece absurda, cada día me encuentro con alguna cara avinagrada que hace que piense que el mundo se está convirtiendo en un lugar bastante inhóspito y desagradable. ¡Con lo poco que cuesta intentar no desagradar con tu presencia a tus semejantes!
Nadie está libre de momentos amargos, de situaciones tristes y de que le pasen cosas «chungas», pero ello no nos da derecho, pensando que la vida no es justa con nosotros y nos pone más trabas que a nadie, a amargar la vida de los demás y a hacer que vivir sea para los otros más cuesta arriba de lo que ya es.
Soy consciente de que la alegría se vende muy cara, de que es más fácil enfadarse con el mundo y con los demás que intentar pagar un precio por ella, que a muchos les resulta más sencillo protestar y sentirse desgraciados por lo que les pasa, que gestionar de un modo positivo su vida sin culpar al mundo de su propia incompetencia….pero debemos pensar que con esta actitud el mundo se está llenando de personas con caras desagradables y carácter imposible de soportar y eso es malo para todos y sobre todo para uno mismo. ¿Cómo hay tanta gente que ha perdido el referente? ¿Cómo es posible que no nos demos cuenta de que recibimos lo que damos?
No me gustan las personas que no quieren estar alegres, me aburren los quejicas, no soporto a los que se consideran los más desgraciados del universo y por supuesto no tolero a los que pagan su mal rollo con los demás y para no ser así, estoy dispuesta a pagar el precio que me pidan, aunque sea muy alto, por la alegría. Exageraré hasta el extremo mis alegrías, al igual que exagero con tanta facilidad mis penas y arrinconaré mis disgustos, mis tristezas o mi pesar, pues estoy totalmente segura de que así mis problemas perderán toda su importancia.
La alegría no es utopía, es una forma de vida, es una manera de pensar y de actuar, y vivir exagerando la alegría es el único modo posible de que las preocupaciones se minimicen y las cosas vayan bien. Recordad que lo que se da es lo que se recibe, es una ley del Universo. Deseo y espero que seamos muchos los que vivamos con alegría, pues así dejará de venderse tan cara.
Hasta pronto.Vivid y divertíos
