Soy una adicta a «los principios» y no me refiero a las reglas  o fundamentos, sino al comienzo de las cosas, al arranque de nuevas situaciones, a ese punto inicial de un nuevo proyecto, un nuevo viaje, una nueva amistad, un nuevo amor…..¡Todo es sorprendente y maravilloso en «los principios»!

La vida, que puede ser tremendamente monótona si no nos ocupamos de poner un poco de sal y pimienta en ella, nos da un arma estupenda para aderezarla, el inicio, casi constante, de nuevas cosas o situaciones. Sólo con las reacciones que nuestro cuerpo manifiesta, (ese cosquilleo en el estómago, esa pequeña ansiedad creciente, la dificultad para conciliar el sueño según vas metiéndote más en el tema….), llegaría para darle diez puntos a «los principios», pero no sólo es eso, iniciar algo nuevo (o retomar algo olvidado, que produce la misma sensación), es algo íntimo, maravilloso, con un toque de intriga  y otro de entusiasmo que combinan a la perfección para un resultado fantástico.

Personalmente me vuelvo a sentir una niña y eso es impagable. Mi entusiasmo que se multiplica por 100, mi fantasía que recobra su mejor momento soñando despierta en el resultado y ese toque de miedo infantil hacía aquello que puede pasar, me resulta fascinante. El resultado, aunque interese, deja de ser lo principal y el camino hasta llegar  «a lo que sea» es lo realmente fascinante.

No quiero dejar de lado comentar y por supuesto respetar, lo que un sector de personas pueden pensar de todo esto que estoy escribiendo, ya que existe un componente del que no he hablado y que no resulta agradable para todo el mundo y es la posibilidad de que las cosas no salgan como uno quiere y causen sufrimiento, añoranza o sentimiento de pérdida. Sí, claro que lo tengo en cuenta, como todos, y claro que no soy tan inconsciente como para no pensar en la parte negativa de lo que comienzo a vivir, pero a pesar de ello y teniendo prevista la posibilidad del fracaso así como el control del miedo que ello que me pueda producir, me lanzo a disfrutar la novedad. Me gusta, que puedo deciros.

«Los principios» generan además, una gran expectativa sobre lo que va a pasar, pues el futuro es irremediablemente desconocido y nadie podemos predecir como se van a colocar las cosas de aquello que inicias, por lo que la sorpresa es uno de los grandes componentes de una nueva situación, importante debido a que los humanos somos curiosos por naturaleza y por ello nos  gusta descubrir, indagar y comprobar a donde nos lleva un inicio.  No saber como va a acabar algo es algo inigualable.

Estoy segura de que todos  tenemos dentro esa curiosidad, la diferencia es que unos nos lanzamos sin pensar demasiado en las consecuencias (ya sabéis mi teoría, cuando llegue el problema, buscamos la solución) y otros más reflexivos y  cautos valoran si les va a compensar sumergirse en una nueva historia cuyo final no ven muy claro. En mi vida he metido mucho la pata y he sufrido consecuencias, unas previstas y otras no, he reído y llorado con ellas, he disfrutado y sufrido, pero creedme que no me arrepiento de ninguna de las cosas en las que me he metido, pues todas han tenido su «puntito» y además los comienzos de todas ellas han sido fabulosos. Todavía hoy me hacen sentir maravillosamente cuando pienso en ellos.

Cada uno hará lo que considere mejor para él/ella y eso siempre es lo importante, pero a los que penséis como yo, ánimo, seguid buscando principios, pues eso es estar vivos.

Hasta otro día, vivid y divertíos.