Un nuevo Año ha comenzado y me siento bien, espero que vosotros también. Ya no hago un plan con nuevos propósitos, ni pienso en lo que el Año Nuevo me va a deparar. He aprendido que sirve de poco, pues la vida es la que marca lo que va a pasar y como no lo conozco, pues voy a vivir el presente e inventarme cada noche mi nuevo día. Me parece una idea fabulosa y voy a por ella. Ya os contaré más adelante  los resultados.

 Llegada a este punto y como se trata de divagar un poco, no me queda más remedio que preguntarme cosas, que es una perfecta técnica para pensar y os animo a hacerlo conmigo.¿Cómo sería mi día ideal? ¿Qué me apetecería hacer para disfrutar a tope? ¿Me gustaría tener a alguien a mi lado o preferiría un día en soledad?¿Prefiero vaguear o hacer mil cosas?…¡Qué de preguntas y qué estupendo poder inventar mi día! Es la más divertida forma de comenzar ¿no creéis?

Empezaría por hacer un montoncito con las cosas que me divertirán (ver una peli con manta y palomitas, tomar unos vinines, comer chuches con un buen libro, ir al spa, bricolear ….hay muchas), otro con las que no me queda otro remedio que colocar en mis días (el trabajo,  muy ordenado  para que se acabe pronto) y otro con los imprevistos que surgirán seguro y que deberé colocar por algún sitio del día. Y después haré otro con aquellas cosas que me apasionan y que tengo que tener previstas para meterlas en alguno de los días que sean únicamente para mí, sin «obligaciones».

Como veis tengo todo preparado para ir inventando mis días. ¡Estoy impaciente por empezar! ¡Vivir los días llenos de cosas nuestras que nos apetece vivir…uhmm! Espero que os animéis, no sé si resultará pero solo probar ya es divertido y estoy segura que todos seremos mucho más felices. ¿De eso se trata, no?

Os deseo a todos un maravilloso y chispeante 2017 en el que podamos  vivir y divertirnos.