
Como me pasa a menudo me he encontrado esta frase que me ha parecido genial para afrontar el fin de semana teniendo una idea nueva a la que dar vueltas, buscando esta vez la forma de que leer las últimas páginas de mi libro sea tan genial y divertido como lo es leer las primeras, así que vamos con ello.
Cuando has pasado ya un temporadina grande caminando por la vida, disfrutando o padeciendo a gente de muchos tipos, alegrándote o sufriendo con cosas o situaciones, riéndote, llorando…en resúmen viviendo, te has hecho ya tantas preguntas sobre el sentido de todo ésto que tu ilusión, tu pasión, tus ganas parece que se van acabando….. Eso ni lo podemos ni lo vamos a permitir, pues cualquier recorrido vital de una persona, aunque haya sido muy escarpado, puesto en la balanza siempre arroja un resultado positivo y ¿sabéis porqué? porque lo miramos con ojos personales y eso implica recordar tus vivencias, en las que siempre (aunque en algunas haya que escudriñar mucho) hay alguna cosa positiva y porque en realidad lo negativo ya superado, se olvida y solo los buenos ratos, las vivencias entrañables o los momentos de risa son lo que prevalecen en tu recuerdo. Esa es la condición del ser humano para sobrevivir. Si para vosotros no es así creedme que debéis cambiar de sintonía, pues os estáis matando poco a poco.
No hay nada mejor para seguir transitando feliz que pensar que aunque la vida te haya arrebatado muchas de tus cosas queridas, (sin las que algunas veces cuesta mucho seguir), te va a continuar dando aunque sea al final de tu camino la posibilidad de tener segundos, minutos, horas o incluso días de emoción extrema. Esperar eso hace que camines erguido, brillante, abierto a todo y esperanzado y así nuestro maravilloso universo te mandará lo que le reclamas, algo extraordinario. Sólo se trata de creer que va a pasar y de no dejar de caminar siempre atento, y de mirar utilizando tu experiencia para captar «ese momento». No hacerlo significa volverte gris y no ver ni dejarte ver.
La inesperada frase de hoy nos recuerda que aunque no nos parezca justo el momento en que aparecen, hay gente, cosas, situaciones, instantes… destinados a encontrarse en la última página del libro y eso es extraordinario, pues sólo pensar en encontrarte con ellas te da ilusión para seguir caminando como un niñ@, sorprendiéndote y disfrutando en la excursión. El universo es sabio ¿verdad?, siempre sabe colocar las oportunidades en el momento correcto.
Por lo tanto nunca debemos de dejar de leer el libro de nuestra vida, para que las últimas páginas que tenemos que seguir escribiendo sean luminosas, sorprendentes y asombrosas provocandote su lectura una gran sonrisa de felicidad y sorpresa como cuando leías las páginas del principio.
Por mi parte me mantendré alerta porque quiero que el remate de mi libro sea feliz, divertido, emocionante, asombroso…y por eso es por lo que seguiré luchando.
Hasta pronto, vivid y divertíos
mucho cualquiera que sea la página del libro que esteis escribiendo.