Uno de mis hijos me ha pedido ayer tarde una opinión, ¡qué gusto cuando cuentan contigo! ¿verdad?,  y se la he dado con el corazón, como siempre intento hacer cuando hablo con ellos, pues creo que es la única forma válida. Después, como si «los duendes» nos hubieran escuchado, me he topado con esta estupenda frase que alguna madre, muy inteligente, le debió decir a su hijo.

 Sí, el tema del que hablabamos era «el cambio ….», ese momento en el que te ofrecen algo jugoso que hace temblar tus pequeños cimientos y te hace pensar en moverte. Esa sensación de pérdida que sientes cuando tienes que decidir dejar la seguridad, aunque sea poca, en aras de enfrentarte a un nuevo reto.

Si bien es cierto que la estabilidad es importante, y más con la que está cayendo, los cambios son vitales, refuerzan la confianza en ti mismo y  te dan nuevas expectativas que hacen que tu mente se expanda y se prepare para futuras vivencias. Ese hormigueo en el estómago porque no sabes si vas a acertar, si lo que vas a comenzar a explorar será lo que esperas, es uno de los más gustosos que hay. ¿Puede el miedo a equivocarte cerrar las puertas a un poco de  aire fresco? ¿Debes renunciar al cambio, esperando que llegue eso que tú sueñas como perfecto? ¿Quién puede decir no a un cambio que se plantea como positivo?

Creo que nadie debería hacerlo.Hay que aceptar los cambios, son buenos, son atractivos, te ilusionan otra vez, te dan desconocidas perspectivas, y te abren puertas inexploradas, pero  no obstante,  debemos permitir que la cabeza intervenga un poquito, pues los cambios tienen su lado oscuro, no cabe duda.

¿Qué puede pasar?, perder lo que tienes por una expectativa, ¿y si  va mal, qué te queda?, dejar algunos compañeros con los que te llevas bien, ¿y si los nuevos son unos petardos?, tener que empezar de nuevo y dejar algo que ya controlas ¿y si no estoy a la altura o lo nuevo me queda grande? Son dudas lógicas y sería muy malo no tenerlas, pues eso demostraría  muy poca  inteligencia, pero si hay una nueva propuesta, muévete, no eres un árbol. Con seguridad, acertarás con la  experiencia, y si no es así pues vuelves a cambiar, ¿no te parece?

Que tus temores y la pérdida de tu seguridad no te impidan conquistar el mundo. Hasta mañana. Como siempre, que paséis un día muy divertido.