Hoy es un lunes frío, muy frío, pero hasta un lunes así, puede ser «el Día» en el que llegue a ti lo que menos esperabas.
¡Nos pasamos la vida esperando! ¿Os habéis dado cuenta? ¡Qué perdida de tiempo! Desde ese momento que dejamos de ser niños y de disfrutar sólo del segundo que vivimos, perdemos la frescura de la vida. Pero no debemos ser pesimistas, eso nunca, y creo firmemente que podemos cambiar las cosas.
Crecemos, empezamos a pensar en el futuro y ya comenzamos a esperar que todo lo que llegue sea mejor que lo que tenemos. Esperamos que acaben nuestros estudios básicos para ir a la Universidad, que acabe pronto la Universidad para ponernos a trabajar, un cambio de trabajo que nos aporte algo diferente, encontrar la persona perfecta, tener hijos y nada más que nacen esperamos que crezcan para volver a tener tiempo y ¿todo para qué?, pues para seguir esperando. ¡Pero mira qué somos torpes! Como dejamos que pase nuestra vida deseando aquello que seguramente vamos teniendo delante todos los días.
La vida, que hace lo que le da la gana, te sorprende diariamente y en lugar de ponerte delante las cosas que esperas, lo que hace es ir poniéndote versiones diferentes y a veces cosas muy distintas y nosotros que nos creemos tan absurdamente inteligentes, cerramos los ojos a todo aquello que no es lo que esperamos que sea.
¿Por qué no le daremos más importancia a lo que vida hace insistentemente con nosotros? ¿Porqué no intentamos conservar algo de los niños que fuimos? ¿Porqué no nos permitimos disfrutar de lo que la vida nos pone delante? ¿Porqué no damos ni una sóla oportunidad a la sorpresa? Vale que vivimos en un mundo de normas y cosas preestablecidas y que éstas no son tan malas, pero a lo mejor lo que pensamos que es bueno para nosotros, no lo es tanto y si dejáramos que la vida nos sorprendiera, dejaríamos de analizar cada minuto de lo que nos ofrece y disfrutaríamos de esas cosas. La vida nunca se equivoca y si alguna vez lo hace, enseguida te pone delante una alternativa.
Merecemos arriesgarnos y probar aunque no entre dentro de los planes que nos habíamos forjado. La sorpresa, es esa maravillosa casualidad a la que si le abres la puerta te da momentos inigualables y nuestro recorrido por aquí debe estar lleno de momentos extraordinarios, no podemos ni debemos aceptar otra cosa. Dejémonos sorprender por la vida y disfrutemos cada momento mágico que ella nos da. Siempre acierta. Si sólo atendemos a aquello que esperamos, nos perderemos lo que menos esperábamos y eso puede ser lo que nos haga más felices.
La vida te sorprende siempre. ¡Aprovéchate de las sorpresas!
Feliz lunes, sé que es un día maldito pero tiene su aquél. Vivid y divertíos, en lunes también se puede.
