Hay cosas a las que no se las da importancia, y se dejan pensando, «ya volveré más tarde…» sin darte cuenta de que el tiempo pasa tan deprisa….

Hola a todos, antes de que sea demasiado tarde quiero volver….volver a plasmar en unas lineas lo que pienso, lo que siento, lo que odio o amo, lo que me alegra o me entristece…me sienta bien hacerlo; volver a sentir que a unos poquitos les interesa lo que escribo y así me lo dicen y que a otros, aunque no les importe mucho, se sienten, no se sabe porqué, atraídos a leerlo. Por supuesto es importante no fallar a la gente que se toma la molestia de leerte, pero es mucho peor fallarte a tí mismo y dejar de darte momentos agradables que te animan la vida. Eso es lo que yo perdí de vista esta temporada….

Me impliqué en unos retos laborales excesivos que llenaron la mayor parte de mi tiempo, a cambio de dejar de hacer pequeñas cosas inmensamente gratificantes. Pospuse temas personales por no darles la importancia que tienen, rompí con muchas de mis diminutas, pero imprescindibles costumbres que me hacen feliz, dejé de lado ser detallista con los demás y eso es un sacrilegio porque me sienta bien serlo…..y todo con la disculpa de que volvería a ello después.

Así han pasado en un suspiro un montón de meses que ya no recuperaré y aunque si he superado el reto, me he puesto a reflexionar si realmente merece la pena poner en paréntesis las pequeñas cosas que hacen que te sientas feliz en cada segundo, por demostrarte a tí misma y a los demás que sigues siendo válida para superar desafíos… y creo que es un error, un gran error. Llegué al final agotada, física y mentalmente, y no compensó. Superar un reto te hace sentirte bien «un instante», pero la vida es otra cosa que sólo se llena con pequeñísimos momentos dulces que son los que te generan sensaciones válidas y hacen que te sientas viva y feliz pues implican cariño, delicadeza, amistad, armonía, ternura…

Lección aprendida. Como veis sigo viva y aprendiendo de mis errores. Así que no quiero volver a tener que retomar esas cosillas increíbles sino que quiero no perderlas nunca, vivirlas en presente y aprovecharlas a tope, pues la vida pasa demasiado deprisa como para poner en espera los maravillosos «pequeños momentos». El tiempo enseña una y otra vez, que todo aquello que crees tener clarísimo, se desvanece en un segundo cuando te ponen delante algo que te parece atractivo. ¡Qué poco fieles somos con lo que la vida no va enseñando poco a poco!

Y aunque espero haber aprendido por fin
la lección (creedme ya tengo edad para ello), no puedo prometer nada. De momento me durará un poco, así que nos vemos pronto y mientras tanto a seguir viviendo y divirtiéndose.